sábado, 6 de abril de 2013

Tortilla de maíz fortificada con aminoácidos para la alimentación de niños desnutridos en Yucatán, México.

ARTÍCULO REALIZADO POR: JOSÉ LUIS GUSTAVO ZAVALA RAMÍREZ


Tortilla de maíz fortificada con aminoácidos para la alimentación de niños desnutridos en Yucatán, México.

Ramón Canul, L. G., Chel Guerrero, L. A.,  Betancur Ancona, D. A., Castellanos Ruelas, A. Nutr. clín. diet. hosp. 2012; 32(3):36-42.

Introducción. En México, la prevalencia de las distintas formas de desnutrición en niños menores de cinco años ha venido disminuyendo según las encuestas de nutrición de 1988, 1999 y 2006, particularmente la desnutrición aguda presentó una reducción del 6 a 1.6% (reducción de 73%) entre 1988 y 2006. Siguen existiendo casos de este padecimiento, especialmente en regiones en extrema pobreza, como son los estados con mayor presencia de población indígena.  El objetivo de este trabajo fue evaluar el efecto del consumo de tortilla de maíz fortificada con aminoácidos, en el crecimiento de niños en edad preescolar desnutridos en dos zonas rurales del estado de Yucatán, México.

Material y métodos. Elaboración de la tortilla fortificada: se emplearon granos de maíz blanco de la comercializadora de maíz SUMASA®, y aminoácidos sintéticos lisina y triptófano de la compañía Ajinomoto®. El proceso de nixtamalización del maíz se realizó de manera tradicional. El tratamiento experimental consistió en agregar a la masa, 2.9 g de lisina y 0.63 g de triptófano por cada kg de maíz. Otro lote no fue fortificado y se utilizó como testigo. Se realizó una prueba de evaluación sensorial, para la tortilla experimental y la testigo. Para esta prueba se seleccionó un panel consumidor constituido por 60 niños en edad preescolar (36-71 meses), consumidores regulares de tortillas de maíz. Se les aplicó una escala de caritas de 7 puntos de acuerdo a la norma ASTME2299-03, (2003)12. Para la obtención de los resultados se analizó la gesticulación de cada infante al degustar la tortilla. Se sirvieron en proporción de ¼ acompañadas de queso panela.     

Análisis estadístico. Se empleó el estadístico t de Student, utilizando el programa Statgraphics Plus .Los consumos de nutrimentos entre los grupos Experimental y Testigo se analizaron al interior de cada grupo, en función de la edad de los niños: de 36 a 47 meses, de 48 a 59 meses y de 60 a 71 meses. También se compararon los resultados obtenidos entre los dos grupos, mediante el empleo del programa SPSS. Se correlacionaron las variables dietéticas (consumo de energía, carbohidratos, proteínas, lípidos, lisina y triptófano) con las variables de crecimiento, calculando el coeficiente de correlación de Spearman.  Se compararon los índices antropométricos al inicio del trabajo entre los grupos Experimental y el Testigo; también se compararon al interior de los grupos y entre los grupos al final. Se utilizó la prueba de t de Student.

Resultados.







Conclusiones. La adición de aminoácidos sintéticos a la tortilla de maíz favoreció su aumento en el contenido de lisina y triptófano. La evaluación sensorial demostró que la adición de aminoácidos sintéticos no afectó la aceptación de la tortilla de maíz. La tortilla fortificada con lisina y triptófano mejoró el estado nutricional de los niños, pero la diferencia no alcanzó el nivel de significancia estadística del 95%. Posiblemente su influencia no es única, ya que son de importancia fundamental factores adicionales tales como el consumo de energía.

Estudio del papel de la educación nutricional en el proceso de pérdida de peso.

ARTÍCULO REALIZADO POR: JOSÉ LUIS GUSTAVO ZAVALA RAMÍREZ.


Estudio del papel de la educación nutricional en el proceso de pérdida de peso.

Jafri, A., Jabari, M., Hibbi, N., Delpeuch, F., Derouiche, A. Nutr. clín. diet. hosp. 2012; 32(3):57-63.

 

Introducción. En Marruecos, la obesidad entre las mujeres es mucho más elevada que en los hombres, varios factores contribuyen a esta tendencia: tales como la sociodemografía, la educación, el sedentarismo y los hábitos dietéticos, pero también influye el factor cultural que ocasiona que la obesidad femenina sea aceptada y en ocasiones incluso promovida.

 

Objetivo. Este estudio intenta evaluar la eficacia de la educación nutricional en la lucha contra el sobrepeso y la obesidad.

 

Métodos. El estudio se reclutó a mujeres adultas sanas de Casablanca, Marruecos con sobrepeso u obesidad. 96 mujeres participaron en el estudio, pero sólo 52 participaron hasta el final. Participantes fueron distribuidos aleatoriamente en 3 grupos: grupo control (GC), grupo 1 (G1 participó en un seminario de educación sobre la nutrición), y grupo 2 (G2 participó en dos sesiones de educación nutricional al mes). Las mediciones antropométricas y de composición corporal se tomaron al inicio y después de 12 semanas del comienzo

del estudio.

 

Resultados. Ambos grupos participantes mostraron una disminución significativa en el peso después de las 12 semanas, (G2: 3,2 kg ± 0,65 (p <0,01); G1: 1,4 kg ± 1,33 (p <0,01)). Cambios significativos también se han notado en los parámetros de la composición corporal (grasa corporal y músculos esqueléticos) en ambos grupos. El grupo de control no mostró cambios significativos.

 

Conclusiones. Los resultados sugieren que la educación nutricional puede ser una forma costo-efectiva para combatir y prevenir la obesidad en Marruecos, especialmente en las comunidades con poco conocimiento sobre la dieta buena y las consecuencias de la obesidad.

Nutrición y síndrome metabólico.

ARTICULO REALIZADO POR: JOSÉ LUIS GUSTAVO ZAVALA RAMÍREZ.


Nutrición y síndrome metabólico.

Albornoz López, Raúl; Pérez Rodrigo, Iciar. Nutr. clín. diet. hosp. 2012; 32(3):92-97

Introducción. El síndrome metabólico (SM) es una entidad clínica controvertida que aparece, con amplias variaciones fenotípicas, en personas con una predisposición endógena, determinada genéticamente y condicionada por factores ambientales. Se caracteriza por la presencia de resistencia a la insulina, asociada a trastornos del metabolismo hidrocarbonado, cifras elevadas de presión arterial, alteraciones lipídicas (hipertrigliceridemia, descenso del HDL, presencia de LDL tipo B, aumento de ácidos grasos libres y lipemia postprandial) y obesidad, con un incremento de la morbimortalidad de origen ateroesclerótico. Además de la susceptibilidad genética, el SM precisa de la presencia de otros factores ambientales tales como obesidad central o abdominal, sedentarismo, dieta hipercalórica rica en grasas-carbohidratos y tabaquismo.

Diagnóstico. No existe una definición consensuada internacionalmente, aunque   desde un punto de vista práctico y eminentemente clínico los parámetros más extendidos para identificar el SM son los propuestos por el Nacional Cholesterol Education Program (NCEP ATP-III) en 20011 y actualizados posteriormente por la American Herat Association2 (AHA) en 2005 (Tabla 1). El diagnóstico se establece cuando están presentes tres o más de los determinantes de riesgo que se mencionan en la tabla 1.

        

Fisiopatología. La obesidad juega un rol preponderante ya que el tejido adiposo, sobre todo el visceral o abdominal, es muy activo en la liberación de distintas sustancias: ácidos grasos, factor de necrosis tumoral α (FNTα), leptina, resistina, factor inhibidor de la activación de plasminógeno (PAI1), IL6, etc. Estos factores pueden favorecer la aparición de un estado proinflamatorio, de

RI y/o de daño endotelial. Por otro lado, la obesidad tiene una estrecha relación con la resistencia a la insulina.

Tratamiento dietético. En primer lugar deberían realizarse modificaciones en el estilo de vida (disminución de peso, dieta y actividad física) y solamente utilizar tratamiento farmacológico cuando las medidas anteriores sean insuficientes. La pérdida de peso tiene una importancia primaria en el manejo del SM. Esta reducción de peso debe resultar de una menor ingesta calórica (con disminución de 500-1000 Kcal/día) y de una adecuada actividad física que aumente las pérdidas energéticas, además de una modificación de la conducta a largo plazo. Como regla general, las personas con SM deben adherirse a un contexto de hábitos dietéticos basados en una dieta con baja ingesta de grasas saturadas, grasas trans y colesterol, reducción en ingesta de azúcares simples y aumento en la ingesta de frutas, verduras y cereales.

Conclusión. Tanto el SM en su conjunto como los componentes que lo configuran de forma aislada, se relacionan con un aumento del riesgo cardiovascular. El tratamiento y el control de cada uno de ellos pasa por la modificación de los hábitos de vida. Aunque existe controversia sobre la dieta óptima para estos pacientes, la evidencia científica recomienda dietas con bajo contenido de hidratos de carbono, alimentos de bajo índice glucémico, ingesta de fibra, soja, frutas y verduras, reducción del contenido de grasas saturadas, trans, colesterol y aumento del contenido de MUFA y PUFA en la dieta, necesitándose más estudios
para confirmar el papel de las sustancias fotoquímicas en el tratamiento y prevención del SM.

Calidad de la dieta y su relación con el IMC y el sexo en adolescentes

ARTÍCULO REALIZADO POR: JOSÉ LUIS GUSTAVO ZAVALA RAMÍREZ

Calidad de la dieta y su relación con el IMC y el sexo en adolescentes.

Rodríguez Cabrero M, García Aparicio A, Salinero JJ, Pérez González B, Sánchez Fernández JJ, Gracia R, Robledo S, Ibáñez Moreno R. Nutr. clin. diet. hosp. 2012; 32(2):21-27.

Introducción. La asociación entre obesidad infantil y la morbimortalidad en adultos requiere una prevención desde edades tempranas. En la adolescencia se han producido en los últimos años, cambios en los patrones alimenticios y un descenso de práctica de actividad física y va en aumento en países en desarrollo. En la adolescencia, los requerimientos nutricionales se ven incrementados con el fin de cubrir las demandas fisiológicas, siendo una de las dos etapas de la vida donde son mayores las necesidades dietéticas. La importancia de una correcta alimentación en la adolescencia se basa en asegurar un crecimiento y desarrollo óptimos, que aunado a la práctica de ejercicio y promoción de estilos de vida saludables, pretende prevenir la aparición de trastornos nutricionales y el desarrollo de enfermedades crónicas.

Muestra. El estudio se realizó en la población de Leganes (Madrid), localidad con 200.000 habitantes. Se obtuvo una muestra de 1057 alumnos.

Materiales. Test de Calidad de la Dieta Mediterránea en la Infancia y la Adolescencia (Índice KIDMED)27 con el que se valora la calidad de la dieta mediterránea consumida en población infantil y juvenil. Para calcular el IMC de los participantes, se emplearon dos básculas digitales (TEFAL Sense2, con precisión 100g y carga máxima 160kg), así como 4 tallimetros mecánicos (SECA 206 con capacidad de medición de hasta 220cm).

Tratamiento y análisis de los datos. Se utilizaron medios estadísticos descriptivos (media y desviación típica), frecuencias (absolutas y relativas) y tablas de contingencia con el estadístico chi cuadrado de Pearson para analizar la distribución en función del sexo de los resultados obtenidos en el test de calidad de la dieta. El nivel de confianza se estableció en p<0.05.

Resultados.





 
 
 
 

Conclusiones. Se han constatado diferencias importantes entre sexos que deben guiar actuaciones de intervención para mejorar hábitos alimentarios. No se han constatado diferencias en la calidad de la dieta entre adolescentes con normopeso, sobrepeso u obesidad lo que pone de manifiesto que el análisis de la nutrición de forma aislada no puede explicar la influencia en la composición corporal. Las estrategias de actuación deben ir encaminadas a modificar hábitos de nutrición, junto con incrementos de práctica de actividad física en forma regular.