miércoles, 26 de septiembre de 2012

INTOLERANCIA ALIMENTARIA A LA LACTOSA


ARTÍCULO DE REVISIÓN


“Intolerancia alimentaria a la lactosa”

  Dra. Carla Sofía Padilla Arellano
Pasante de la Maestría en Nutrición Clínica de la
Universidad Autónoma de Durango Campus Zacatecas




INTRODUCCIÓN

Las reacciones anormales asociadas al consumo de uno o varios grupos alimenticios son frecuentes entre la población, generalmente mal diagnosticadas o catalogadas debido a la falta de conocimiento de las mismas. La diferencia de la terminología comúnmente utilizada, radica en la repercusión homeostática tras la ingesta de algún alimento en específico.

Se conoce como alergia alimentaria a la serie de reacciones derivadas del funcionamiento del sistema inmunológico; para que ello ocurra es necesario que exista un alérgeno presente con la consecuente acción de la inmunoglobulina E y liberación de histamina. La Idiosincrasia alimentaria es una respuesta anómala a un alimento que, a pesar de tener síntomas similares a las alergias, no es producida por mecanismos inmunológicos. Suelen ser individuos con predisposición genética.

La Toxicidad ó intoxicación alimentaria es un efecto adverso secundario a la acción directa de un alimento sin participación de mecanismos inmunológicos con liberación de mediadores químicos no inmunológicos.

La Reacción alimentaria farmacológica es una reacción a un alimento secundario a un producto químico que está o que se añade al alimento, produciendo efecto similar al de un fármaco.
La intolerancia alimentaria es la respuesta del organismo al verse afectado en su metabolismo, sin la necesaria participación inmunológica. El tipo de intolerancia más frecuente es hacia la lactosa.

Por lo tanto, la INTOLERANCIA A LA LACTOSA será una respuesta exagerada del cuerpo ante la afectación metabólica y enzimática del mecanismo que se encarga de la absorción de la lactosa.

PALABRAS CLAVE: Intolerancia, hipolactasia, lactasa, malabsorción


DEFINICIÓN
La intolerancia a la lactosa es una entidad patológica asociada a un síndrome de malabsorción intestinal del disacárido lactosa (azúcar de la leche), el cual se refleja en la aparición de síntomas gastrointestinales que al persistir de manera crónica pueden llevar a un déficit nutricional importante.

ANTECEDENTES
Hipócrates fue el primero en indagar acerca de la relación de sintomatología gastrointestinal con la ingesta de leche y derivados, sin embargo hasta hace poco más de 50 años es que se le prestó mayor atención al tema, y en base a los estereotipos de las diferentes dietas en el mundo se ha logrado un mayor conocimiento sobre este problema.

Las sociedades que habitualmente consumen una baja cantidad de productos lácteos, la producción de lactasa, la enzima que se encarga de desdoblar a la lactosa, suele disminuir en un 90% dentro de los primeros 4 años de vida (actividad de lactasa no persistente), mientras que en poblaciones donde es común el consumo lácteo, se han encontrado concentraciones suficientes de dicha enzima hasta más allá de la edad adulta.
La prevalencia notificada de la intolerancia es elevada, con una variación geográfica amplia:
·         10 % en países del norte de Europa
·         25 % en Estados Unidos
·         50 % en el área mediterránea y centro Europa.
·         70 % en Asia y África*
Recientemente, el “Journal of Sensory Studies”, reportó que en un estudio realizado con muestras de 3 poblaciones distintas, la tasa de pacientes que se auto reportaban como intolerantes a la lactosa era mayor a la de los pacientes portadores de esta patología.

*D. Infante
Unidad de Gastroenterología, Hepatología y Soporte Nutricional.
Hospital Universitario Materno-Infantil Vall d’Hebron. Barcelona. España.


Existen 3 formas distintas de deficiencia de lactasa, la congénita, primaria y secundaria.
1. Deficiencia congénita. Se caracteriza por la presencia de diarrea infantil desde la primera exposición a la leche materna
2. Hipolactasia del desarrollo ó eficiencia madurativa de lactasa
3. La deficiencia primaria se produce en la mayoría de los seres humanos con la edad, y
4. La deficiencia secundaria, resultado de una enfermedad gastrointestinal que daña las vellosidades del intestino delgado y que puede ser reversible. En realidad, algunas personas con intolerancia primaria a la lactosa son capaces de consumir lácteos sin la presencia de sintomatología.

FISIOPATOLOGÍA

La intolerancia a la lactosa es consecuencia de la ingesta de una cantidad superior de lactosa a la capacidad de ser hidrolizada por acción de una enzima Beta galactosidasa conocida como lactasa.
En la hipolactasia del desarrollo se ha encontrado la relación de la edad fetal con la producción de la enzima, pues solo después de la 34 SDG existe actividad lactasa suficiente para la alimentación láctea.
En la Deficiencia congénita de lactasa existe una ausencia de disacaridasas, se considera una enfermedad de tipo HAR y es extremadamente rara.
En la deficiencia primaria de lactasa o hipolactasia del adulto, existe una variación en el gen que codifica la lactasa: brazo largo del cromosoma2 (2q 21-22); lo cual provoca la inhibición de la actividad enzimática intestinal para lactosa; se hereda de manera recesiva y se asocia a la selección de personas con y sin capacidad de digerir lactosa.
En la deficiencia secundaria de lactasa, ya se mencionó la presencia de patología que compromete a la mucosa intestinal. “Es importante señalar que, desde el punto de vista epidemiológico, la intolerancia a la lactosa por rotavirus es probablemente la que tiene mayor importancia epidemiológica, especialmente entre los niños menores de tres años, debido a que se trata de una enfermedad endémica cuya incidencia tiene una variación estacional bien definida. Generalmente en los menores de seis meses, la intolerancia a este disacárido varía entre cuatro a ocho semanas; entre los seis y 18 meses de edad, su duración llega a ser de dos a cuatro semanas y aquellos niños mayores de 18 meses es menor a dos semanas. La vacunación de los niños, para evitar esta enfermedad, y el manejo oportuno y adecuado de aquellos que enferman, son las medidas que han hecho reducir drásticamente esta enfermedad en países desarrollados y en los países en desarrollo como México”**

** REVISTA MEXICANA DE PEDIATRIA
Vol. 74, Núm. 1 • Ene.-Feb. 2007 pp 24-31

No se ha establecido hasta el día de hoy, la cantidad de lactosa necesaria para la aparición de la sintomatología gastrointestinal; se ha dicho que un vaso de leche es suficiente para la aparición de síntomas leves, aunque cantidades menores podrían también desencadenarlos, sobre todo si existe además patología añadida como el síndrome de intestino irritable o colitis ulcerativa crónica inespecífica.
CUADRO CLÍNICO
La intolerancia a la lactosa se considera un síndrome caracterizado por la presencia de dolor abdominal, diarrea, náuseas, flatulencia y/o meteorismo secundario a la ingesta de lactosa. En caso de persistir o de acompañarse de otra deficiencia, como la proteica, finaliza en un estado de malnutrición.

DIAGNÓSTICO
Existen distintas pruebas destinadas a probables portadores de intolerancia a la lactosa, que sumadas al cuadro clínico le confieren veracidad a tal diagnóstico. Las más empleadas son:
1. Determinación del pH fecal. Inespecífico, de baja sensibilidad, pues nos refleja una malabsorción de carbohidratos. Si el pH es menor de 5.5 se interpreta como digestión bacteriana de carbohidratos no absorbidos.
2. Presencia de sustancias reductoras en heces. Detecta lactosa, glucosa, fructosa, galactosa y sacarosa.
3. Prueba de aire espirado o de aliento de hidrógeno. Con especificidad de 89 a 100%, sensibilidad de 69-100%. Cuantifica el hidrógeno o metano en el aire espirado después de 2 a 3 hrs de la ingesta de 1 a 2 gr/kg de lactosa (máximo 25 g). El hidrogeno o metano en intolerantes se evidencia a los 60 min. Puede tener falsos negativos en pacientes con otra patología gastrointestinal. Esta prueba se considera con las más altas propiedades de dignóstico***
4. Prueba de tolerancia a la lactosa. Con una especificidad entre 77 y 96% y una sensibilidad entre 76 y 94%; consiste en la medición de los valores de glicemia por un período de 2-3 hrs tras la ingesta de una dosis estandarizada de lactosa (2 g/kg; máximo 50 g).
5. Identificación del gen defectuoso para la codificación de lactasa (polimorfismo 13910 C/T) mediante PCR. Específica (100%) y sensible (93%). Útil para diferenciar a los pacientes con hipolactasia primaria de aquellos que la presentan de forma secundaria
6. Biopsia de intestino delgado, para analizar la actividad de lactasa; con falsos negativos si la deficiencia es de coordinación o irregular.
***BMC Gastroenterology 2009, 9:82



DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Inicialmente, se menciona la dificultad para abordar los trastornos digestivos secundarios a la ingesta de alimentos, llámense del tipo de la alergia o la intolerancia.
En la literatura se reportan estudios doble ciego en los cuales cerca de un tercio de quienes se identifican como intolerantes a la lactosa son en realidad lactasa persistentes que atribuyen por error la sintomatología del síndrome de intestino irritable con intolerancia a lactosa
La intolerancia a la lactosa suele con regularidad, sin el uso de estudios de laboratorio y/o gabinete, confundirse con algún otro tipo de intolerancia a los disacáridos, ocasionalmente con alergia alimentaria a la proteína de la leche, y finalmente con trastornos de la motricidad intestinal, como es el caso del síndrome de intestino irritable. Debido a que en la actualidad existen los medios objetivos para determinar el origen de la sintomatología que poseen en común dichos cuadros, se nos permite además reconocer que la intolerancia a la lactosa puede asociarse también a las enfermedades mencionadas (se refiere un 24-27% de pacientes con intolerancia a la lactosa y síndrome de intestino irritable) y a algunas otras propias del tracto digestivo, como lo son la colitis ulcerativa, enfermedades diarreicas agudas virales, etc.
MANEJO Y TRATAMIENTO
Es necesario, antes de recomendar una dieta libre de lactosa al paciente con intolerancia, clasificar al mismo dentro de alguno de los criterios mencionados, correlacionar la edad, el tipo de dieta que se acostumbra en su medio, estado socioeconómico, nivel académico y sobretodo el conocimiento que tiene acerca de ser portador de éste déficit enzimático. En el paciente pediátrico con intolerancia secundaria a inmadurez, es posible iniciar la introducción de alimentos con lactosa de manera paulatina al completarse tal fenómeno.
En el paciente con intolerancia congénita se recomienda la suspensión definitiva de derivados con lactosa o la complementación de enzimas exógenas.
Personas con intolerancia primaria generalmente soportan cantidades moderadas de alimentos con lactosa, por lo que se recomienda no excluirlos de la dieta, sino fraccionarlos y reconocer que alimentos causan mejor tolerabilidad.
En pacientes con intolerancia secundaria, de manera inicial se deberá resolver el cuadro agudo y posteriormente también de forma paulatina, el inicio de la alimentación con lactosa.
En ninguno de los casos se recomienda la auto aplicación de una dieta libre de lactosa, pues hay que recordar que los alimentos en los cuales se encuentra la lactosa son ricos también en calcio y proteínas, nutrientes de los cuales queda exenta una dieta mal formulada.



Igualmente, en pacientes donde realmente sea necesaria la eliminación de la lactosa, se recomienda suplementar el calcio o nutrientes faltantes, por ejemplo vitaminas liposolubles si se elimina la leche en su totalidad.

CONTENIDO DE LACTOSA Y CALCIO EN PRODUCTOS LÁCTEOS
PRODUCTO
CONTENIDO DE LACTOSA (G)
CONTENIDO DE CALCIO (MG)
Leche entera, 250 cc
12.25
276
Leche descremada, 250 cc
11
306
Yogurt natural semidescremado,165 g
61
302
Queso maduro, 100 g
0.7
720
Helado de chocolate, 125 g
8.25
136

La reintroducción de la lactosa puede ayudar a disminuir la sintomatología de la intolerancia, posiblemente por adaptación de la flora colónica.
La temperatura de los alimentos, ingesta de cereales y otros sólidos, el contenido energético y calidad de la comida pueden altera el tránsito y vaciamiento intestinal, el tiempo de exposición más largo de la lactosa en el intestino delgado permite mayor hidrólisis por la lactasa y la reducción de la sintomatología.
Actualmente en el ámbito de la nutrición se reconocen cada vez más las propiedades de los alimentos lácteos y derivados que pueden asociarse con la intolerancia a la lactosa; por ejemplo, se ha descubierto que la lactosa reduce su contenido en el queso suizo o gruyere, debido a la separación y eliminación del suero y a la fermentación de la lactosa por las bacterias; proceso similar sucede con el yogur debido a la fermentación. Aquí la respuesta al porqué pacientes intolerantes a la lactosa no desarrollan síntomas con éste tipo de lácteos. En pacientes con intolerancia a la lactosa se demostró que tras el estímulo de 6 meses con productos de fermentos lácticos hubo mayor tolerancia a la lactosa. *
El desarrollo de probióticos industriales también ha demostrado un efecto benéfico en el tracto intestinal de pacientes con hipolactasia o intolerancia. Se demostró que la ingesta durante 6 semanas de lactobacillus casei y S. thermophilus evidenciaba aumento de la flora fecal de Lactobacillus, con disminución de Bacilos gramnegativos y de Bacteroides. Hallazgos demuestran que el uso de beta galactosidasas obtenidas del Aspergillus adicionada a la leche es benéfico en niños con deficiente actividad de lactasa* * *

*An Pediatr (Barc). 2008; 69 (2)
* * *RevMexPediat2008



COMPLICACIONES

El déficit de calcio secundario a la falta de alimento lácteo es importante si, como ya se mencionó, no existe una dieta adecuada o la complementación con calcio y vitamina D. La desnutrición hipocalórica es poco frecuente en la intolerancia a la lactosa, no así la hipoprotéica, ya que una buena parte de este nutrimento proviene de la leche y derivados. Osteopenia, osteoporosis y desnutrición hipoprotéica, son pues, algunas de las principales complicaciones en pacientes no tratados o mal diagnosticados con intolerancia a la lactosa.

CONCLUSION

Dato curioso: lactosa o sin lactosa?
Después de lo aquí planteado, resultado de la recopilación de información no tan basta, aunque si confiable en su mayoría, espero se hayan comprendido a grandes rasgos los fundamentos de la intolerancia a la lactosa, la importancia de un adecuado régimen nutricio en estos pacientes, y las expectativas a futuro de los portadores de alguno de estos defectos. Considero que al tratar de ignorar el origen real de la intolerancia a la lactosa, ésta no es más que un estilo de vida diferente que no se contrapone con un estilo de vida saludable. Y el dato curioso…
“Estudios caso-control mostraron un bajo consumo de grasa láctea, una relación negativa, y el consumo de leche entera en una asociación positiva con el riesgo de cáncer de ovario, pero no ofrecían apoyo a la participación de la lactosa en el desarrollo de cáncer de ovario. Por el contrario, los estudios de cohorte indican que un consumo elevado de leche podría aumentar el riesgo de cáncer de ovario. También revelaron un aumento del 13 % en el riesgo de cáncer de ovario con un aumento diario de 10 gramos de lactosa, la cantidad aproximada de un vaso de leche, Cuando el caso-control y de cohorte fueron considerados en conjunto, el consumo de yogur se asoció con un aumento no significativo del riesgo de cáncer, mientras que el queso no se asoció con el riesgo. (Wiley interscience. Wiley.com/journal/ijc.)


 REFERENCIAS
·         http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7064&ip=189.166.130.187&articuloid=13139631&revistaid=12
·         http://www.socgastro.cl/imagenes/vol18_2/9-Alliende.pdf
·         http://emedicine.medscape.com/article/187249-overview
·          http://www.biomedcentral.com/1471-230X/9/82
·          http://www.tcgroup.it/attachFileMail/EmailAigo/AllegatiArticoli/1714-2138.pdf
·         http://sisbib.unmsm.edu.pe/BVRevistas/rpp/v60n2/pdf/a07v60n2.pdf
·         http://www.breakthroughdigest.com/html/lactose_intolerance.html
·         http://clinicaltrials.gov/show/NCT00403923
·         http://www.jacn.org/cgi/reprint/26/3/288?maxtoshow=&HITS=10&hits=10&RESULTFORMAT=&fulltext=intolerance+lactose&andorexactfulltext=and&searchid=1&FIRSTINDEX=0&sortspec=relevance&resourcetype=HWCIT
·         http://www.nature.com/ijo/journal/vaop/ncurrent/abs/ijo2009212a.html
·         http://journals.lww.com/jpgn/Fulltext/2007/12002/Lactose_and_Lactase_Who_Is_Lactose_Intolerant_and.10.aspx
·         http://www.news-medical.net/news/20091106/Prevalence-of-lactoseintolerance-may-be-far-lower-than-previously-estimated-says-study.aspx
·         http://www.foodsmatter.com/dairy_allergy/lactose_intolerance/articles/low_lactose_cheese.htm
·         http://www.elsevier.es/watermark/ctl_servlet?_f=10&pident_articulo=13124885&pident_usuario=0&pcontactid=&pident_revista=37&ty=122&accion=L&origen=elsevier&web=www.elsevier.es&lan=es&fichero=37v69n02a13124885pdf001.pdf
·         http://www.medigraphic.com/pdfs/pediat/sp-2008/sp082g.pdf
·         http://www.ciencia-ahora.cl/Revista24/04PROBIOTICOS.pdf
·         http://www.medscape.com/viewarticle/568556;meddomainjsession=1FdHLf5L4
·         tPMdBQVgx7gjy3yvyKRbLJ1TLTPmSmyRyP2KDh22gq1!-2128309885
·         http://www3.interscience.wiley.com/journal/118498207/abstract 

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